lunes, 22 de junio de 2015
Concebida como foro cosmopolita para albergar el mejor arte del momento, Art Basel debe su temprano éxito a la cuidadosa selección de sus expositores y a las adaptaciones constantes de los criterios que determinan su presentación en cuanto a equipamiento, diseño y secciones.
De las cerca de 300 galerías que han acudido a Art Basel 2015, seis son españolas. La cifra se repite respecto a 2014, pero con algún cambio: se mantienen Helga de Alvear, Elvira González, Juana de Aizpuru, ProjecteSD y Polígrafa Obra Gráfica, pero no repite Espaivisor y se estrena Parra & Romero. Madrid y Barcelona copan la representación.
“Hay más coleccionistas que entran y con más presupuesto pero todo está muy polarizado en las grandes galerías y en artistas de moda o históricos”, son palabras del coleccionista Juan Bonet, quien ha recorrido los pasillos de la feria durante varios días. “Se busca colocar el dinero donde sea más seguro y con esta visión cada vez existe más distancia entre galerías, y las pequeñas sufren”.
De momento, uno de los precios más destacados ha sido el de la obra del artista Joan Mitchell, la galería neoyorkina Cheim & Read hallaba comprador para una pintura sin título de 1957 por seis millones de dólares (5,2 millones de euros). También remataba un lienzo (Landline, 2015) de grandes dimensiones de Sean Scully por 800.000 dólares (700.000 euros). El pintor irlandés poco a poco se va acercando al club de los artistas del millón de dólares.
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