domingo, 16 de septiembre de 2018

EL MARQUÉS DE VIANA Y LA CAZA



Viana y Alfonso XIII cazaron juntos en muchos otros sitios, incluso en el extranjero (Escocia y Hungría). El marqués de Viana y la caza da buena cuenta de jornadas cinegéticas en cotos andaluces, incluido Doñana; en los Picos de Europa; en Gredos, donde la afición real sirvió para preservar la emblemática Capra pyrenaica victoriae, o en fincas de postín de la geografía española como Encomienda de Mudela (Ciudad Real), La Ventosilla (Toledo) o El Guadalperal (Cáceres), propiedad de Hernando Fitz-James Stuart, duque de Peñaranda y hermano del XVII duque de Alba. Acabaría siendo, además, yerno de Viana, al casar con su hija Carmen. El hoy duque de Peñaranda, Jaime Fitz-James Stuart, es también IV marqués de Viana. De hecho, es en El Guadalperal donde se conservan los 24 álbumes fotográficos que recopiló Viana. De dos de esos álbumes y del archivo del palacio de Viana, en Córdoba, proceden la casi totalidad de imágenes ahora recopiladas.
Su tío, el I marqués de Viana, Teobaldo Saavedra, con el que creció el futuro montero de Alfonso XIII tras quedar huérfano a los 7 años, fue un gran aficionado a la fotografía. Él no tanto, a pesar de mostrar gran interés por otros avances técnicos de su tiempo como los coches y los primeros aviones. Sin embargo, sorprende la minuciosa atención con que clasificaba sus fotos, a veces acompañadas de precisas anotaciones en depurada caligrafía. Todas juntas componen el retrato de ese señor de vitalidad exagerada que casi siempre vestía en sus jornadas de caza un sombrero hongo algo ridículo, pero también el de toda una época. Tal vez no seamos todos más que eso: retratos de la época que nos tocó vivir.

Juan García-Carranza Benjumea, autor.

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